Literatura del Surrealismo
Colegio Santa Rosa de Lima - 5to. Hds
Alexa Álvarez #1, Enola Gil #10, María Gabriela Pérez #20, Sheilay Saab #22, Patricio Silva #23, Ariana Velazco #:25

Sunday, June 15, 2014

El surrealismo en la poesía de Neruda


   Nos encontramos ya en la etapa propiamente vanguardista de Neruda. Su poesía se muestra sumamente influenciada por el surrealismo.
De los libros de esta época el más importante es Residencia en la Tierra. Existe una circunstancia vital, fundamental para el libro: Neruda comienza el trabajo de diplomático, y es destinado a Nueva Delhi. Esto va a significar, por un lado, el conocimiento de una naturaleza diferente, de un distanciamiento también. Este viaje va a marcar esos años de surrealismo.
Viaja a España, donde profundiza en su idea de cambio estético para el discurso poético, y entra en contacto con las teorías marxistas y con la idea del compromiso político, sobre todo por su contacto con grupos como el de la revista "Octubre". Este cambio se refleja en el manifiesto, publicado en dicha revista, CANCIÓN URGENTE PARA LA POESÍA, así como en los poemas que añade en la segunda edición de Residencia en la Tierra (edición que él llama "Segunda residencia") y, por supuesto, en los poemas dedicados a España.
En esta segunda época vemos las dos tendencias de Neruda: la de poeta amoroso unida a la de poeta del pueblo. Pero, a su vez, a ellas se une otro aspecto. Así en esta etapa vemos, por un lado, influencia de la vanguardia (concretamente, el surrealismo) y, por otro, el compromiso político imbuido de marxismo (concretamente de comunismo).
Toda esta etapa transcurre en Nueva Delhi y en Madrid, donde entra en contacto con los poetas del 27 y donde se inicia en la filosofía marxista, poniéndose del lado de la República y dedicando España en el corazón al bando republicano. A partir de aquí, se iniciará una importante conciencia social que marcará su obra posterior.


El poema refleja una crisis: Neruda quiere, con este poema, indicar que la elaboración de todo el libro es la historia misma de esa crisis. Pero, qué crisis? Encontraremos varias facetas de la misma: por un lado, se da una crisisde la imagen tradicional de poeta, de su función social, cultural. Es una crisis respecto del discurso poético, es decir, de la utilidad sentido que puede tener dicho discurso poético en ese momento, de ahí que Neruda también se acerque a esas formas nuevas de la vanguardia. Por otra parte, esa crisis tiene un aspecto paralelo que no es tan cultural, sino más individual e íntimo; aspecto que puede verse en "WALKING AROUND". Vemos cómo es también una crisis de subjetividad, una crisis personal: "sucede que me canso de ser hombre".
Tradicionalmente, la subjetividad y el poeta son la misma cosa, y esta idea sume a Neruda en la angustia y es cuestionada por él. De ahí que la poesía de la primera parte aboque en el surrealismo.


Vemos cómo Neruda combina la imaginería surrealista con elementos tradicionales, llevando a cabo una armonización entre la tradición, y la ruptura como hacen también los poetas contemporáneos suyos en España (como por ejemplo, Federico García Lorca, en Poetas en Nueva York). De este modo, vemos una crisis personal y social en la medida en que cuestiona su propia función como poeta.

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Poema:

Walking Around
Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
Navegando en un agua de origen y ceniza.

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.
Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.



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